Cuarta etapa: Consumación
Desde la promulgación del Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821 hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821
Hacia 1820, después de 10 años de guerra, la Nueva España se encontraba en crisis económica y la población estaba cansada. Mientras tanto en España, los liberales lograban el restablecimiento de la Constitución liberal de Cádiz, obligando al rey Fernando VII a jurarla, con lo cual el gobierno recayó en la Junta que convocó a las Cortes, incluyendo a los representantes de las colonias americanas. En 1820, la Junta proclamó una serie de decretos en contra del poder de la iglesia:
- La supresión del fuero eclesiástico
- La reducción de los diezmos
- La abolición de las órdenes monásticas
- La abrogación de la Inquisición
En la Nueva España, el virrey Apodaca y la real Audiencia fueron obligados a jurar la Constitución liberal de Cádiz y aplicar las medidas expresadas, situación que afectaba los intereses y privilegios de los grupos de poder como la Iglesia, los grandes comerciantes, los altos jefes del ejército y los terratenientes. Estas élites conservadoras decidieron acabar con el dominio español para seguir conservando su poder, para ello designaron al criollo Agustín de Iturbide como jefe militar para unir sus intereses con los de los principales caudillos insurgentes.
La desarticulación de la lucha insurgente después de la muerte de Morelos y el cansancio de los guerrilleros fueron los elementos consideradas por Vicente Guerrero para aceptar la unión con Agustín de Iturbide como único camino para lograr la independencia. Guerrero aceptó que Iturbide asumiera el mando de las tropas unidas bajo el nombre de Ejército Trigarante, portando una bandera con los colores verde, blanco y rojo, que representaban unidad, religión e independencia. Iturbide proclamó el Plan de la américa Septentrional, mejor conocido como el “Plan de Iguala” donde quedaron plasmados los intereses de los diferentes grupos: la igualdad e independencia defendida por los insurgentes, la religión católica como única y la monarquía como forma de gobierno.
Poco a poco el Plan fue ganando adeptos, tanto del lado de los criollos como de los españoles, el virrey Juan O´Donojú formalizó la Independencia del Imperio Mexicano (como se llamó en ese momento) mediante la firma de los Tratados de Córdoba con Iturbide. Los tratados señalaban que se ofrecería la Corona a Fernando VII “o al que las Cortes del imperio designen”, mientras tanto gobernaría una junta provisional. O´Donojú hizo la entrega formal de la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821 a las tropas del Ejército Trigarante al mando de Iturbide.
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PLAN DE IGUALA
TRATADOS DE CÓRDOBA
En síntesis podemos señalar que la independencia de México no se logró con la guerra, sino que fue una consumación negociada entre los representantes de los grupos del poder y los caudillos revolucionarios. Así mientras los ricos terratenientes, alto clero y militares, conservaron sus privilegios, al pueblo solo les ofrecieron una independencia que no entendían, con leyes que les eran ajenas e incluso contrarias a sus intereses.
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